Tenemos rabia



Me salto un poco del eje de este blog, pero me pica hablar de esto:

Han pasado un par de meses desde que la discusión sobre #ColombiaTieneEscritoras estuvo en furor, en noviembre de 2017. Exactamente un mes después, otra noticia que se volvió viral en redes sociales también apuntó al sexismo, esta vez en el lenguaje del eslogan de la campaña del alcalde bogotano Enrique Peñalosa: "Una Bogotá para todos" (clic para ver más sobre la noticia).

En el comedor familiar, en compañía de mi mamá y mi papá (de 72 y 76 años), mis tías y sus esposos el tema salió a colación. También estaba mi esposo, de 38, y el clamor general es que se va a gastar una millonada en papelería por incluir una palabrita ("todas"), que el lenguaje es sexista y que como siempre ha sido así, no vale la pena cambiarlo. Por supuesto, todo el mundo salta afirmando que es una estupidez la discusión, y estoy de acuerdo, así como estoy de acuerdo en que esos recursos públicos le vendrían muy bien a otras áreas y programas que fomenten la equidad de género, lo que no es una estupidez es que todavía estemos peleando por esta tontería que se ha convetido en  motivo de burlas (también jocosas) y que lo que muestra es que en este momento no estamos dejando pasar estos detalles a la ligera. Por más estúpidos que parezcan.

Tal como ocurrió con  #ColombiaTieneEscritoras: que sea un escarmiento: tenemos rabia, estamos furiosas y aburridas de que sus exclusiones, así sean simbólicas. Como decía Carolina Vegas: "no se trata de una ley de cuotas", se trata de valorar a la diferencia y hacerla presente. Se trata de equidad. No se trata de incluir a los ciudadanos y ciudadanas en todos los discursos, se trata de (parafraseando a Mara Viveros, directora de la Escuela de estudios de género de la Universidad Nacional) hacer visibles a las mujeres y a todos los grupos sociales que han sido subordinados.

La contracara, lo que valdría la pena destacar: la noticia de que, por ley, las instituciones públicas deben garantizar una sala de lactancia (Ley 1823 de 2017). La Cámara de Representantes inauguró la suya el 7 de diciembre. Tan sencillo como poner cambiadores de pañal en los baños de hombres o abrir salas de lactancia, o aumentar la licencia de maternidad y paternidad. Es más que ponerle la @ a la palabra tod@s.

A eso me refiero.

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